Don Quijote en Barcelona
Barcelona, archivo de la cortesía, albergue de los extranjeros, hospital de los pobres, patria de los valientes, venganza de los ofendidos y correspondencia grata de firmes amistades, y única en sitio y en belleza.
El cuadro El Quijote en Barcelona, de Augusto Ferrer-Dalmau Nieto que ilustra un paseo de don Quijote y Sancho por las playas de Barcelona.
- Una mañana, saliendo don Quijote a pasearse por la playa, armado de todas sus armas, porque, como muchas veces decía, ellas eran sus arreos y su descanso el pelear, y no se hallaba sin ellas un punto, vio venir hacia él un caballero armado asimismo de punta en blanco, que en el escudo traía pintada una luna resplandeciente.
Según el relato la llegada de don Quijote y Sancho a la playa de Barcelona fue en la víspera de San Juan, en la noche. Originarios de las tierras secas de La Mancha, ni caballero ni escudero habían visto jamás el mar.
- Parecióles espaciosísimo y largo, harto más que las lagunas de Ruidera que en la Mancha habían visto… El mar alegre, la tierra jocunda, el aire claro, sólo tal vez turbio del humo de la artillería… Comenzaron a moverse y a hacer un modo de escaramuzas por las sosegadas aguas.
Sugerido, artículo breve publicado en Metrópoli (metropoliabierta.elespanol.com).
- Esta es la curiosa razón por la que Don Quijote se enamoró de Barcelona
- La capital catalana se convierte en un elemento crucial que desafía al héroe y contribuye a su desarrollo.