Al tema de hoy le podíamos aplicar el apelativo de “increíble, pero cierto”, porque, vamos a ver: ¿A quién se le ocurre conducir un coche alquilado si tiene un Mercedes en el garaje? ¿Quién puede preferir hablar y, aún más, hacer propaganda, si sabe que no lo van a entender? Esto lo digo porque hoy, a pesar de tener el idioma materno con más hablantes y más extendido del mundo, unos 600 millones, diseminado en más de veinte países, tenemos que estar oyendo palabras y expresiones, especialmente en inglés (anglicismos), a todas horas y en todas partes.
Decía, el que considero mi mayor maestro, el profesor Fernando Lázaro Carreter, filólogo, autor de casi todos los libros de Gramática y Literatura de Enseñanza Media durante cuarenta años, y que llegó a presidente de la RAE, al hablar del lenguaje publicitario, que el objetivo perseguido con el uso de estos términos era incrementar el prestigio de lo anunciado. Parece lógico que los publicistas nos quieran dejar en suspense, extrañados y hasta atónitos con sus anuncios, pero… ¿Vale la pena usar mensajes que no los entiende ni el 5% de la audiencia, y que además no suelen tener ninguna relación perceptible con lo anunciado? ¿Basta el impacto de imágenes superpuestas sin relación alguna con el producto, para vender? Pues sí, es una ridiculez. Posiblemente se equivocan creyendo que la audiencia tiene mayor conocimiento del inglés por estudiarlo tres horas semanales durante diez años, pero se equivocan. Sólo los que asisten además a clases particulares, son capaces de tener una conversación en inglés. Ya sabemos los índices de conocimientos que tiene la educación en España tras la LOGSE de 1991.
Lo mismo que pasó en el siglo XVIII con la invasión de galicismos.
Esto lleva pasando en España, al menos 40 años. Lo mismo que pasó en el siglo XVIII con la invasión de galicismos, a causa de la supremacía política y cultural de la Francia de la Ilustración. Y fue tal la obsesión en su uso, que el escritor meridano Juan Pablo Forner (1756-1797), llegó a ridiculizar el asunto en su libro titulado Exequias de la lengua castellana, título que parece augurar el final con ese toque funerario.
Pues bien, ahora la supremacía del poder político anglosajón, durante dos siglos ya, ha coincidido con el desarrollismo de la revolución industrial, el consumismo, la globalización, todo lo cual ha llevado a la utilización del inglés como lengua franca del comercio y la investigación, dándose por ello un interés en las naciones desarrolladas a estudiarla en la escuela como segunda lengua; esta explicación aclara un uso razonable de anglicismos a nivel internacional. Pero lo que propongo -y que anuncié en el artículo de las 20 medidas para incrementar la Hispanidad- es advertir del uso excesivo de préstamos innecesarios y casi siempre absurdos, porque el concepto y la palabra más precisa la tenemos en nuestro idioma. Voy pues, en estos artículos a poner de manifiesto tales excesos.
Al salir de mi casa, en cada esquina he encontrado tiendas con letreros en inglés: la primera, relacionada con la prevención en el trabajo Prevenjobs (jobs =empleos); en frente, hay una tienda de muebles, Home interiors (interior de la casa); en la otra esquina un comercio de alimentación especial para deportistas que se llama Sport Fitness Nutrition (nutrición para el deporte y aptitud física); y en frente de ésta, una cuarta que es una agencia de preparación y colocación profesional llamada Campus Training (campo o centro de capacitación) "comienza tu futuro".
Podemos agregar el nombre de dos inmobiliarias, la primera de Terrassa se llama Style House Newsletter (boletín de publicación de casas con estilo) y la otra del paseo de Gracia en Barcelona que se llama Aproperties (propiedades) y de subtítulo “Casas con estilo propio” ¿No podrían haberlo puesto como título? Pero sigamos, en la plaza del Agua, hay una tienda de colchones, con el rótulo de Bed's (de la cama).
Otro caso son los anuncios gráficos de carteles en paradas de autobús o esquinas etc. Estos días fotografié un autobús por detrás, ponía “Te dejamos Money al instante ¡y así de Easy” (fácil). Y en un cartel publicitario: “Menu King ahorro” (rey del ahorro) de la marca Burguer King. Y en otro cartel, la empresa “Publitesa de Comunicació” dice “Llençat al Kit Digital” (lánzate al equipo, o conjunto de productos, digital). También vi dos furgonetas rotuladas en inglés, una decía Ofitronic (su traducción sería la suma de Office Electronic, es el nombre de la empresa) y debajo Your it Partner (es tu socio)… sin comentarios. Y la otra furgoneta estaba rotulada así: People Through Technology (conectando personas a través de la tecnología) y debajo la empresa: Inet Smart (elegante, listo, inteligente) ITC. Pues sí, como si estuviéramos en Londres.
Comentemos ahora algunas palabras de fuerte incorporación al habla general como shorts (cortos) no sólo se refiere a los calzoncillos y a los pantaloncitos cortos que llevan las jovencitas sino, entre los jóvenes usuarios de las redes sociales, también a los videos cortos de YouTube o de Facebook. Influencer (de influyente o influenciador/a); llaman así hoy a los/as jóvenes con una gran dedicación y presencia en las redes sociales y que tienen miles de seguidores; y vemos además que en ambas lenguas el término procede la misma raíz latina. Parking (por aparcamiento), igual que el anterior con la misma raíz latina, está referido a la plaza en el garaje. Manager (gerente) stress (estrés, ídem raíz latina) significa tensión psicosomática, agobio, ansiedad además de tener nosotros varios sinónimos ¿no sería más sencillo llamarle a la persona “nervioso”? Scanner (dispositivo explorador e impresor de imágenes, o bien aparato para hacer en medicina resonancias magnéticas). Chat (de charlar) grupo que interviene en participación múltiple con opiniones individuales en redes como WhatsApp. Hobby (afición, pasatiempo). Ticket (boleto, entrada, nota de caja)… Y baste por hoy, entre otros muchos ejemplos.
Mantener la pureza del idioma, dirigiendo prudentemente su evolución.
Mi hijo, también filólogo, licenciado en Lengua Inglesa, me ha mandado un artículo de Mario de las Heras sobre el tema, y lo titula: Anglicismos ridículos que destapan la pedantería moderna y atacan al español, la lengua más rica del mundo. Me ha gustado que alguien como este redactor de cultura de El Debate, se plante, ante tanta impostura y reaccione como en el siglo XVIII hicieron Juan Manuel Martínez Pacheco, marqués de Villena, que presidió el grupo de intelectuales que creó la Real Academia de la Lengua (RAE) en 1713, precisamente para eso: Mantener la pureza del idioma, dirigiendo prudentemente su evolución. De ahí su recordado lema: Limpia, fija y da esplendor. Hoy, otro movimiento purista es imprescindible cuando el dinero y la política han impuesto a lo largo del siglo XX, especialmente gracias a los avances tecnológicos, una lengua franca, la germánica occidental, que se originó en la Edad Media y no tiene la raigambre y, sobre todo, la base cultural tan extensa y tan antigua como la nuestra grecorromana. No obstante, también está impregnada por el latín, ya que Inglaterra fue colonia del Imperio romano y el inglés tiene ¡nada más y nada menos que el 29% de sus palabras! que son de raíz latina.
Y volviendo a Mario de las Heras habla de algunos anglicismos como coach (profesor, instructor, entrenador, consejero o tutor) cuyo significado tan genérico debía impedir su uso por inexacto. Crush (amor platónico) otra especie de onomatopeya. Crowdfundig (financiación colectiva). Contouring (perfilado facial). Check-in (facturación del equipaje). Randon (aleatorio o casual), pero se utiliza para referirse a algo cutre o extraño. No sólo el anglicismo ridículo es una especie invasora, sino que muta para provocar la confusión definitiva. Remix (¿remezclar? ¿no es suficiente con mezclar?). Sketch (bosquejo). Test (prueba). Un repertorio de canciones es ahora una setlist. Antes se iba a los billares y ahora a las scape room. Un patinador es ahora un skater, y un discurso un speech. Ahora ya no se destripan películas, sino que se hace spoiler. Y un último ejemplo que también oí en televisión hace unos días, anunciando una carrera multitudinaria con fines benéficos, el locutor tuvo el cuajo de decir Pero este año se presentan menos runners (corredores) …Otro día seguimos mostrándoos ridiculeces de tanto listillo que presume así de ello.