Manifiesto de Alternativa Ciudadana Progresista ante las elecciones del próximo 21 de diciembre

Desde Alternativa Ciudadana Progresista, y desde la perspectiva nítidamente de izquierdas y no nacionalista que pretendemos defender, consideramos que las elecciones del próximo 21 de diciembre –convocadas de un modo sin duda excepcional, ante una situación también de absoluta excepcionalidad como la ruptura del orden constitucional y estatutario por parte del Govern de la Generalitat– representan una triple oportunidad de oro para todas las personas que vivimos en Cataluña:

En primer lugar, representan la oportunidad de acabar con la pesadilla kafkiana, de desafío a la legalidad, al sentido común y a la convivencia, que ha representado estos últimos cinco o seis años el Procés para el conjunto de la sociedad catalana. Procés –no lo olvidemos– que empezó con los criminales recortes de Artur Mas en Sanidad y en Educación en 2011, y ha culminado con el intento de golpe de estado de Carles Puigdemont en el 2017.

En segundo lugar, la de comenzar a revertir las políticas de Nation Building, de erección de muros legales y mentales con el resto de las personas de España, y de desprecios y de discriminación negativa hacia la identidad cultural de más de la mitad de los catalanes y catalanas, que se llevan aplicando ininterrumpidamente desde hace treinta y siete años por parte de la Generalitat de Catalunya. Políticas que han ido unidas, desde el principio, al sistemático saqueo de los recursos públicos rumbo a paraísos fiscales, y al abandono de las necesidades reales de la ciudadanía.

Y en tercer lugar –y lo más importante, pero también lo más difícil de todo–, empezar a construir una auténtica opción política de izquierdas y no nacionalista para Cataluña, que contribuya también a una regeneración y revitalización de la izquierda en el conjunto de España. Izquierda que hasta ahora no ha sabido construir una alternativa real que dispute la hegemonía al nacionalismo dentro de Cataluña, y que no ha dudado lo más mínimo en compadrear con las derechas nacionalistas en las propias instituciones del Estado siempre que a unos y a otros les ha convenido.

El desafío es grande, y los obstáculos, muchos. El primero, un sistema electoral tramposo que beneficia escandalosamente a las provincias menos pobladas, más conservadoras y más nacionalistas. Y el segundo, aún mayor, la existencia de una supuesta izquierda alternativa (hablando claramente, Catalunya en Comú) que se nutre mayoritariamente con votos obreros y no nacionalistas, pero que apoya al independentismo burgués siempre que tiene ocasión. Una supuesta izquierda que está contribuyendo gravemente a la fragmentación y debilitamiento de las clases trabajadoras, dentro y fuera de Cataluña, y que tiene ya pensado pactar un nuevo gobierno nacionalista con Esquerra Republicana de Catalunya para después del 21 de diciembre, tal como ha quedado claro tras la reciente ruptura por parte de Ada Colau de su pacto municipal de gobierno con el PSC en la ciudad de Barcelona, bajo instigaciones de los independentistas y por motivos completamente ajenos a la política municipal.

Frente a ello, somos conscientes de que las opciones electorales existentes no son todo lo ilusionantes que deberían ser. Por una parte, el Partido Popular es la derecha, y Ciudadanos, por desgracia, también. Por otra –y aunque en los últimos meses ha hecho avances, a veces tímidos y contradictorios–, al PSC aún le falta terreno que andar, tanto en su necesidad de un giro hacia la izquierda, como en su abandono de ambigüedades frente al nacionalismo –cosa que su fichaje del ex UDC Ramon Espadaler anda lejos de favorecer–, como las que hacen referencia a la mal llamada inmersión lingüística. Y por otra, finalmente, las opciones más nítidamente de izquierdas y críticas hacia el nacionalismo, como Recortes Cero, tendrán probablemente una presencia mediática escasa durante la campaña, lo cual no parece que juegue a favor de su entrada en las instituciones; entrada que, por lo demás, sería muy necesaria y tendrían muy merecida.

Pero a pesar de todo ello, desde Alternativa Ciudadana Progresista tenemos muy clara la trascendencia del momento y la necesidad de no desaprovechar la oportunidad de cambio de la situación actual. Y por ello llamamos a votar masivamente el 21 de diciembre –y a hacerlo de un modo consciente y responsable, pero también valiente–, a favor de aquellas opciones que más claramente se opongan a las políticas nacionalistas desde una perspectiva de izquierdas o de progreso. Esperando que a partir del 22 de diciembre podamos empezar ya a ver una Cataluña, y también una España, que sea de todos y todas de verdad.

Barcelona, 15 de noviembre de 2017

Alternativa Ciudadana Progresista

1 comentario en «Manifiesto de Alternativa Ciudadana Progresista ante las elecciones del próximo 21 de diciembre»

  1. «Unidos Sí» y «SOCIALISTAS+(en positivo)» presentan la candidatura conjunta: «UNIDOS Y SOCIALISTAS+ POR LA DEMOCRACIA».
    Son escisiones de Podemos y PSC respectivamente. Me parecen una buena alternativa.

    De todas formas estos pequeños partidos y otros como el PST y dCIDE, así como asociaciones/agrupaciones/foros diversos (FINN, ACP, ASIC, FeD, etc.) creo que deberían comenzar a estudiar crear una plataforma tipo IU (desde socialdemócratas a comunistas) que aglutine a toda la izquierda no nacionalista huérfana de referente político para las próximas generales.

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